JESÚS DAVID OLIVAS



TARDE
¿Estaba mi Lucía
con los pies en el arroyo?
Tres álamos inmensos
y una estrella.
El silencio mordido
por las ranas, semeja
una gasa pintada
con lunaritos verdes.
En el río,
un árbol seco,
ha florecido en círculos
concéntricos.
Y he soñado sobre las aguas
a la morenita de Granada.